viernes, 26 de marzo de 2010

Antone´s y el lujo texano. SxSw.



Seguimos en Austin. A las 2 estamos en Mi Casa Cantina, en la 6th, y estamos alucinando con la llegada de más gente de todas partes del mundo, mientras aprovechamos nuetras pulseras vip amarillas que te permitían un descuento del 50% en las bebidas. Tocamos a las 4 de la tarde, un día soleado, y la gente bailando en primera fila.



Decidimos comer algo antes de ir al Antone´s pero todos los sitios estaban llenos y tuvimos que comer unos tacos en la típica caseta callejera americana cerca de Antone´s, a unos 15 minutos andando de Mi Casa Cantina. En ese trayecto descubrimos que en Austin ¿todo el mundo es irlandés? o es que efectivamente era el día de Saint Patrick. Algunos llevaban artilugios inverosímiles de color verde: leáse gorritos de copa, collares de tréboles con el que podías dar un latigazo de lo largos que eran, y hasta un enanito verde...



En Antone´s, una sala de verdad, grande y con buena acústica, hacemos la prueba de sonido. Nos contaron que era una sala mítica, donde han tocado grandes músicos como James Brown, Matthew Parker, etc. El tal Anton, muerto unos años atrás, era un mecenas y sibarita de la música y ha hecho grandes cosas para conseguir de Austin una de las mayores ciudades mundiales de la música en vivo. La sala, antes ubicada en otra calle, lleva en activo 30 años. Durante la prueba tenemos un pequeño problema con el sonido por la diferencia de tensión europea y americana, lo que nos retrasa un poco, pero solventa con gran maestría el técnico de sonido (este sí de verdad, y no como el de Nublu) de la sala.


El encargado de la sala nos dice que si podemos terminar la prueba de sonido mientras entra la gente a la sala. Nos extraña un poco, pero vemos que hay una gran cola esperando para entrar.


Veinte minutos después de la prueba empezamos el concierto con total puntualidad en el Antone´s totalmente abarrotado. La gente estaba muy entregada y encantada con el sonido Telephunken. Y nosotros venidos arriba... Y muy a gusto con la respuesta del público... Entre ellos bastantes latinos porque luego tocaban Bomba Estéreo y Maldita Vecindad, buena gente, indeed. En el backstage hicimos una hermandad 100% Spanish speaking power.



De ahí, muy satisfechos, nos vamos a nuestro primer contacto, en muchos días, con las escena musical española:
Sounds of Spain. Los elegidos por la Sgae para representar a España, a los que dieron 5.000 euros a cada uno, son Los Planetas, Amaral y Hueco, como podéis ver bandas que necesitan un gran apoyo económico. Eso sí, nosotros nos pagamos toda la gira con nuestro dinero, ya que no fuimos agraciados con esta subvención. Parece ser que nosotros no necesitábamos el dinero... Amaral lo necesitaba mucho más. Horrorizados asistimos (algunos nos fuimos) a un concierto de Amaral con 40 asistentes españoles a los que ella hablaba en inglés. Pero esto no era lo peor. Después se subieron al escenario Los Planetas. Uno de los conciertos más desastrosos que he presenciado... Los Planetas que en toda su carrera nunca habían tocado delante de 40 personas (siempre más) consiguieron reducir el público a unos 10 que no huyeron despavoridos... ¡Lamentable! Hay que reconocer que el sonido era pésimo y la carpa al aire libre no era la más adecuada. Aún y así el sabor de boca que dejaron fue bastante malo. Y nos dimos cuenta que cualquier pequeño grupo que empezaba aportaba mucho más que la representación española organizada por la Sgae. Que conste que no tenemos nada en contra de los grupos, de echo Amaral y Los Planetas son nuestros amigos.

Por suerte, y por primera vez, Lisa aparece a nuestro rescate y nos dice que hay una fiesta en un apartamento cercano. Nos vamos unos cuantos, el grupo, algunos amigos de Dart, J y Nobi de los Planetas y Tom Strauch (Label Manager de Swithstance Recordings), un chico muy majo con el que llevamos coincidiendo desde Washington D.C. (estaba pinchando en el club de Thievery Corporation el día que estuvimos). Subimos al último piso del edificio del Hotel Hilton en un ascensor en el que cabíamos 15 personas.



Entramos en un loft de 400 metros cuadrados desde el que se podía ver el 70% de la ciudad de Austin, y la 6th avenida, donde llevábamos dos días, una calle diminuta abarrotada de gente pequeñita. El dueño de la casa, DJ, pinchaba mientras nosotros nos bebíamos las cervezas y demás bebidas que estaban esparcidas en la mesa, el frigoríco y demás... Hasta terminar con ellas. Hablando con J. nos comenta que el concierto de
Sounds of Spain era un poco a lo old school, ¡menuda ruidera! Así que para celebrar el entendimiento auditivo nos terminamos una botella de whisky de tamaño galón. Toda la gente que bailaba y alucinaba en el loft era super maja, así que entendimos lo que tanto tiempo llevaba gente diciéndonos desde Washington D. C., pasando por Boston y NYC: la gente de Austin no tiene nada que ver con el resto de Texas. We agree.



Al día siguiente volviendo al centro de Austin, mientras esperábamos el autobús, un coche de la Policía de Austin aparca delante de nosotros. Son unos coches verdaderamente llamativos, a lo
ranger texas, y nada más verlo ya queríamos hacernos una foto con él, hasta que un señor vestido de paisano y haciendo eses e incluso zetas salió del coche con cara de pocos amigos, abrió el capó y sacó un bolsa de municiones y una escopeta de repetición también tamaño galón. Si hacía unos minutos sacábamos la cámara en plan japoneses, al verle la metimos corriendo en los bolsos. Cuando el hombre beodo pasó por nuestro lado dijo algo similar a: Hey, guys... y entró en el hotel. Conseguimos hacer la foto... Eso sí, solo del coche (por nuestra propia seguridad). Lo de que la gente de Austin no tiene nada que ver con el resto de Texas es cierto: por lo menos nos saludó...


Como teníamos el día libre decidimos volver al centro de la ciudad ya que había una segunda fiesta de
Sounds of Spain, y daban bebida y comida gratis. La supuesta comida era paella y gazpacho, sabores que entre tanta hamburguesa y pizza echábamos realmente de menos. Cual fue nuestro estupor al encontrarnos una especie de puchero (que no paellera) donde había pollo, mejillones, y unos granos de arroz que había que buscar con lupa en el platito de tamaño café en el que te ponían una cacetada pequeña, y cuando no retirabas el plato esperando una segunda, la señora (no española) te echaba de la fila con una mirada gélida y te decía: si quieres más vuelve a hacer la fila.




También cuando entrábamos nos daban un ticket de cerveza (lo pagaría la Sgae???) y como hacía calor y teníamos sed entrábamos y salíamos varias veces para conseguir varios tickets. No somos cutres... Recordad que a nosotros no nos dieron los 5.ooo euros y hemos ayudado a pagar los balcones de la sede de Madrid de la Sgae.

Nos retiramos pronto porque al día siguiente teníamos un día muy intenso. Dos conciertos y lo más importante: llegaban nuestros primos de México, Da Punto Beat.

1 comentario:

  1. bombazo chico no parad, aunque la mayoria de las fotos no se ven las que si tienen una muy buena pinta...
    Ya estamos desando compartir alguna tocata con vosotros...jeje
    la proxima vez nos meteis en las maletas y nos llevaisssssssss

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