jueves, 25 de marzo de 2010

Austin. SXSW.

Nada más aterrizar en Austin nos encontramos con un cartel de bienvenida del SXSW, unas guitarras de colores en la cinta de las maletas, y un grupo de country tocando en un bar del aeropuerto. Con tal de salir del avión, no nos hubiera importado qué encontrar. Llevábamos 3 horas en un avión detrás de un apestoso señor de pelo cortinilla, a lo cascada. Al principio no sabíamos de donde venía el olor, pero Parri, que era el único que estaba detrás, amenazó con salirse del avión si continuaba detrás del apestoso. Un pasajero vino a nuestra zona, detrás, porque estaban los asientos vacíos, e inmediatamente volvió a su asiento delante entendiendo con la pituitaria por qué estaban vacíos los asientos.

Pasado ese momento de estupor oloroso, llegamos a Austin, por fin con sol, buena temperatura y ambiente joven. Ya desde el aeropuerto se percibía la internacionalizad del evento. Llegamos a nuestro hotel, aparentemente en medio de la nada (aunque luego descubrimos que quitando el centro de Austin, el resto es así: casas esparcidas y centros comerciales en medio de llanuras). Estamos a 15 dólares en taxi de la 5ª y la 6ª avenida, donde se celebra el festival. Llegamos al centro y vimos el ambiente previo al inicio del festival de música y el final del festival de cine. Varios grupos de música rock, jazz y country tocaban en distintos bares a pocos metros de distancia y en uno de ellos unas chicas bailaban encima de la barra porque les daban un chupito gratis si lo hacían… Cuando nos volvíamos al hotel un taxista texano nos dijo gritando que nos iba a denunciar por haber preguntado a varios taxis si nos podían llevar a 5 personas.

Al día siguiente volvimos al festival con todo el equipo. Estuvimos viendo bandas de rock y haciendo tiempo para nuestro primer concierto. Bebiendo cervezas: Stella Artois, Blue Moon, Negra Modelo, Samuel Adams… Tocamos a las 12 en Mi Casa Cantina. Antes tocó un grupo de Austin que tuvieron muchos problemas de sonido y sonaban como la banda sonora de una peli de Michael J. Fox. En 15 minutos estábamos listos para tocar.
Mucha gente, mucho baile y mucho sudor.


Una vez descubierta la licorerería más cercana al hotel y zona de comida, compramos cerveza y agua para el hotel y después de probar todas las comidas del centro comercial (daban muestras) nos decidimos por la china.

Comienza el festival de música y el centro de la ciudad es ya una autentica locura, miles de personas abarrotan las calles donde suenan cientos de bandas cada 10 metros. La zona de acreditación es un hervidero con muchísimos estands de todo tipo y una zona para artistas con cerveza gratis a la que vamos inmediatamente.




1 comentario:

  1. Jope el techo del lugar donde tocasteis lo que se dice alto no era que casi os pegais con los saltos en el..jejeje.....
    que buena pinta tiene todo...y que ganitas de estar alli con unas cervezitas..jejeje
    Pedazo de experiencia!!!!
    saludos y miles de triunfos chicos

    ResponderEliminar